El Desarrollo de una Especie

                                              

La Raza Central es una antigua raza basada en la misma plantilla genética que tiene la vida humanoide en cualquier lugar dentro del 7º Superuniverso. Esta plantilla está interconectada y no está relacionada a una escala evolutiva al igual que no está relacionada a una escala de densidad. La densidad de vibración de un planeta dentro del 7º Superuniverso es única entre todos los otros planetas, y es esta condición vibratoria lo que prescribe las características de la plantilla biogenética y por lo tanto sus propensiones y capacidades. 

Los portadores de alma de la orden más superior no están más evolucionados que los menos evolucionados –ya que ellos sirven precisamente al mismo propósito funcional, solamente que están en un nivel de vibración diferente. De hecho, de muchas maneras los portadores de alma que están diseñados para operar en vibraciones más densas son más sofisticados y evolucionados que aquellos que están diseñados para vibraciones que son menos densas del Universo Central. 

Cada portador de alma es parte de una cadena continua de estructuras biogenéticas de las cuales cada una se basa en la misma plantilla configurable que permite que la conciencia individualizada interactúe en un número casi-infinito de entornos espaciales y de planetas orgánicos y sintéticos. Las almas que habitan portadores de alma de orden superior normalmente son más experimentadas que aquellas que habitan portadores de alma para vibraciones más densas, pero ésta es una generalización y no una regla. 

Del mismo modo que un alma experimenta entornos espaciales dentro de su Superuniverso de origen, experimenta también dimensiones y entornos noespaciales dentro del multiverso que se extiende más allá de la estructura material del Superuniverso. El espacio físico requiere que el alma –la cual es no-física— sea transportada en un instrumento de protección, percepción, e interacción. Es a través de esta membrana de percepción y expresión que el alma transforma el entorno físico, y en este proceso se transforma a sí misma. 

Este intercambio de energía entre la conciencia individualizada y el portador de alma de la especie es lo que permite a la especie transformarse desde un animal planetario hasta una fuerza interdimensional. La especie de un planeta particular tiene un sendero de ascensión y un camino evolutivo únicos a fin de convertirse en una fuerza interdimensional. Esto sucede mediante tres manifestaciones básicas: 

1. La especie en general aprende cómo fusionar su portador de alma con su conciencia individualizada y cómo operar el portador de alma como una extensión integrada de la conciencia individualizada. Cuando este descubrimiento ocurre el portador de alma es cambiado vibratoriamente para resonar con el alma, y esta capacidad –a nivel especie— ocurre como consecuencia del descubrimiento del Gran Portal. 

2. La especie ha sido instalada como un miembro de estatus en la Red del Superuniverso y ha establecido líneas de comunicación con especies post Gran Portal dentro de su zona espacial. 

3. La especie –mediante la ciencia de la realidad multidimensional— es capaz de manejar, con gestión responsable, su planeta y las formas complementarias de vida, y alejar formas de vida no-complementarias en una postura de no-violencia. 

Estas capacidades y condiciones deben converger en la especie antes de que se le permita operar interdimensionalmente como una fuerza colectiva. Cada especie, o más específicamente, cada sub-especie de la Raza Central, al final regresa a su origen. En este caso, su origen está inculcado en lo profundo del código de portador de alma o ADN. Buscar el verdadero origen de la especie es un instinto imborrable, y el descubrimiento del Gran Portal proporciona la primera evidencia verificable enlazando a la especie con una hermandad más grande cuyo linaje es extraterrestre. 

La Orden de Enseñanza Lyricus no distribuye este conocimiento abiertamente como un instructor distribuye su conocimiento a los estudiantes en un aula. A cada planeta se le proporciona un consejo de maestros Lyricus quienes encarnan dentro de la especie y su planeta hogar en tiempos específicos con el objetivo de implantar el encauzamiento del conocimiento hacia la dirección del Gran Portal. Las grandes invenciones y revelaciones de una especie son muy frecuentemente convenidas a una persona que no fue el verdadero originador de la idea, pero fue la persona que reunió los recursos para hacer esa idea un conocimiento común. El Consejo Planetario Lyricus susurra las semillas de conocimiento a las mentes más grandes de la especie, pero ellos mismos permanecen en las penumbras de la identificación. Así es como la especie es conducida a desarrollar su red de comunicaciones planetaria, la cual es la mera base del descubrimiento del Gran Portal.




Extracto de la Cosmogonía Liminal